Irak no es país para cineastas

Las guerras, la dictadura y la violencia han impedido que Irak desarrolle una industria cinematográfica propia.

El cine como catarsis pero también como motor de cambio en una sociedad que, tras décadas de violencia, empieza a respirar

 

Hacer cine entre bombardeos y atentados supone una auténtica proeza. A Mohamed Al-Daradji y a su equipo los secuestraron, los torturaron y los metieron en prisión mientras rodaban su primer largometraje. “En Irak se ha convertido en una costumbre rodar y marcharnos, no quedarnos en la misma localización más de tres días, por motivos de seguridad”, explica a En Portada el cineasta iraquí.

Con la invasión liderada por Estados Unidos y la caída de Saddam Hussein en 2003, varios cineastas que no habían podido trabajar durante la dictadura vuelven a Irak decididos a hacer cine. Los rodajes se producen en condiciones extremas: vuelven a un país en guerra donde apenas hay lugar para el arte y la cultura. Las continuas guerras, la dictadura de Saddam, el embargo internacional, la violencia sectaria y el terrorismo del Daesh han impedido que Irak desarrolle una industria cinematográfica propia. “Soy de la generación de la guerra. He visto mucha sangre”, nos confiesa Al-Daradji.

No hay equipamiento técnico, cuesta muchísimo encontrar a profesionales especializados y el gobierno iraquí tampoco ha contribuido al desarrollo del sector. “No hay un sector privado para hacer películas. El Gobierno no ha hecho ni un frame en los últimos 5 años”, se lamenta el cineasta Raad Mushatat. “La corrupción está en todas partes. Se ha convertido en una especie de cultura”, denuncia Al-Daradji.

A pesar de todo, Mohamed Al-Daradji y otros cineastas han hecho posible lo imposible. Han creado el Centro Independiente de Cine Iraquí “en un país donde no se puede ser independiente”, subraya el cineasta. Su largometraje Son of Babylon logró cambiar la legislación para que se investigaran las desapariciones en fosas comunes en la era de Saddam. Su film La decisión ha llegado a los Óscar y es la primera película iraquí que se ha proyectado en cines comerciales en 27 años.

El cine como catarsis pero también como motor de cambio en una sociedad que, tras décadas de violencia, recupera poco a poco la calma. En Bagdad hay flamantes salas de cine en centros comerciales que se llenan cualquier noche de la semana. Paradójicamente, la cartelera está colonizada por el cine estadounidense.

Versiones

Español

Género

Current Affairs

Duración

1 x 40'

Tipo

Unitario

Formato

HD

Producción

TVE