En Portada ha estado con uno de los iraquíes que fueron torturados por las tropas estadounidenses en la prisión de Abu Ghraib
Ali Alqaisi se reconoce en una foto icónica de la tortura que dio la vuelta al mundo
“La tortura no se olvida nunca”. Han pasado quince años y Ali Alqaisi sigue arrastrando la losa de las torturas que sufrió en la prisión de Abu Ghraib. A sus 56 años, Ali vive como refugiado en Alemania. Las secuelas físicas y psicológicas lo incapacitan para trabajar.
El escándalo de los abusos y torturas de las tropas estadounidenses durante la invasión de Irak salió a la luz por las fotos que habían hecho los propios soldados en la cárcel de Abu Ghraib. Una de las imágenes que se convirtió en símbolo de la tortura fue la de un detenido encapuchado sobre una caja, con los brazos en cruz y unos electrodos conectados a sus manos.
Ali Alqaisi se reconoce en esa fotografía y ha narrado para En Portada el infierno que sufrió durante el año que pasó en la prisión de Abu Ghraib. Las tropas estadounidenses lo detuvieron el 13 de octubre de 2003 cuando se dirigía al instituto a dar clase. Era el jefe tribal de Abu Ghraib y había decidido sacar a la luz lo que el ejército invasor estaba haciendo en su zona.
Cuando entró en la cárcel de Abu Ghraib, le asignaron un número, el 151/716. Aquel fue el comienzo de un proceso de deshumanización plagado de vejaciones y torturas, prohibidas por el Derecho Internacional y la Convención contra la Tortura, incluso en estado de guerra: electrocuciones, la simulación de ahogamiento con agua, la utilización de perros para aterrorizar al detenido y otros métodos de tortura, tanto física como psicológica.
El Centro Europeo de Derechos Humanos y Constitucionales tiene pruebas de que aquellas torturas estaban sistematizadas, para arrancar confesiones de los detenidos. Sin embargo, ningún cargo político ni alto mando militar ha sido juzgado por ellas. Ali Alqaisi sigue reclamando justicia para él y para los miles de iraquíes torturados por las tropas invasoras. Asegura que lo que ha trascendido a los medios de comunicación es una parte ínfima de las torturas y abusos que se cometieron. Abu Ghraib era sólo una de las 76 cárceles que había entonces en Irak.