Guardianes del Planeta

La acción agresiva del hombre en el medio ambiente está poniendo en peligro la biodiversidad de un mundo cuyos recursos parecían inagotables. Ecosistemas completos están desapareciendo, los océanos están siendo diezmados, especies exterminadas…

Sin embargo, ante tantas noticias desesperanzadoras, también surgen acciones que arrojan un atisbo de esperanza. Dichas acciones son llevadas a cabo por particulares o instituciones que se niegan a resignarse, las cuales, en su día a día consiguen con extraordinario éxito cuidar y preservar la naturaleza.

CAP. I: LA FARMACIA DEL PLANETA

Esta es la historia de un mundo antiguo; un ser gigantesco y complejo que ha contribuido al desarrollo de la vida sobre la Tierra desde sus lejanos orígenes, hace más de trescientos millones de años.

Y es también la historia de sus habitantes, criaturas diversas y frágiles, prototipos únicos de la evolución cuyas vidas forman una compleja red de dependencias.

Los protagonistas de esta historia son seres de ochenta metros y organismos microscópicos, criaturas individuales y seres de complicadas sociedades, plantas que imitan animales y animales que parecen plantas. Todos son partes de la gigantesca madre, piezas insustituibles del universo verde de la selva tropical.

Una de estas piezas, la más inteligente y adaptable de todas, se expandió más allá de los confines frondosos de la espesura. Miles de años después la selva y el hombre volvieron a encontrarse, pero el hijo pródigo había cambiado. Y la selva empezó a desaparecer.

Hoy estamos empezando a comprender el insustituible papel que juega la selva tropical en el equilibrio de la vida. Y en una carrera contrarreloj, los científicos y naturalistas de todo el mundo han emprendido una lucha a favor de un ecosistema que guarda en su interior los remedios de los que dependerá en gran medida el futuro de todas las especies.

CAP. II: LA NIÑERA DE LOS MONSTRUOS

En la costa este de la Patagonia argentina se extiende una península de violentos contrastes. El viento antártico azota sus costas y un clima árido marca la austeridad del paisaje. Pero aún así Península Valdés se ha convertido en un santuario para la vida salvaje del cono sur americano. Este es un lugar inhóspito y, sin embargo, lleno de vida; un refugio aislado en el Atlántico donde la naturaleza manifiesta todo su esplendor pero también toda su dureza.

Desde hace más de 3.000 años el hombre es parte de la Península y ha participado de su historia. Con él llegaron violentos cambios pero también las soluciones que han asegurado la vida de sus especies. Porque después de siglos de explotación irracional cazando ballenas, focas y pingüinos el hombre ha empezado a darse cuenta de que los animales de éste austero paraíso son el patrimonio y el futuro de sus tierras. Y hoy nuestra especie se ha convertido en la mayor defensora de la vida de Península Valdés.

CAP. III: PASTOREANDO UNICORNIOS

Un mundo cambiante y una leyenda viva son los protagonistas de esta historia. En lugares remotos, en el corazón de cerradas selvas asiáticas y vastas llanuras africanas, se esconden los últimos rinocerontes. Ellos dieron lugar al mito del unicornio, pero como la bestia legendaria, parecen no tener cabida en el mundo del hombre moderno y las cinco especies existentes caminan hoy al borde de la extinción.

Para la mayoría de las personas algunos de estos rinocerontes son más desconocidos y extraños que el imaginario unicornio y aún así podrían desaparecer del mundo sin que siquiera sospecharan de su existencia. Un cuerno milagroso y una sociedad humana supersticiosa e ignorante han puesto en jaque a los rinocerontes. Históricamente se les ha perseguido para que sus cuernos neutralizaran los más poderosos venenos o buscando la curación de la impotencia sexual, y su encuentro con el hombre occidental les convirtió en un codiciado trofeo.

Hoy las cinco especies de rinoceronte sufren distintas suertes. Se les sigue cazando y persiguiendo pero una amenaza mucho mayor se cierne sobre ellos. El hábitat de los rinocerontes desaparece inexorablemente. El hombre devora las selvas que esconden las leyendas y se lleva a sus habitantes para siempre. Pero el hombre también trae consigo nuevas esperanzas.

Ahora son muchos los que están dispuestos a pagar por mantener y disfrutar de unos animales tan emblemáticos. Los parques y reservas del mundo son el último refugio de los rinocerontes. Con su conservación, con la protección integral de sus hábitats naturales, se están protegiendo conjuntamente a otras especies extraordinarias que, como ellos, sufren la amenaza de desaparecer para siempre. Y de esta forma el hombre se ha convertido en la última esperanza del legendario unicornio.

CAP. IV: LOS SECUACES DE ICARO

Hay un ave en el mundo que lleva más de cincuenta millones de años buscando. Nadie puede contar con ella, ningún paisaje del planeta puede asegurar que vendrá. Su presencia es un resplandor efímero, su aspecto un desafío a lo establecido, y su mirada inteligente evalúa cada rincón de la tierra tratando de encontrar un lugar en el que reunirse.

Muchas culturas antiguas relacionaron al flamenco con el culto al sol, el fuego y la resurrección del alma. Para los egipcios fue la reencarnación de Ra, para los judíos el Chol, que conservó la vida eterna, y para los griegos el Ave Fénix.

La observación de su extraño comportamiento inspiró a aquellos hombres a interpretar al flamenco como un ser divino salido del mismo sol. Pero acercarse demasiado al sol puede ser fatal, como nos demostró el mito griego de Ícaro, cuyas alas de cera y plumas se derritieron por el calor mientras volaba haciéndole caer al vacío de la muerte.

Como Ícaro, los flamencos viven al límite, porque sus alas vuelan en lugares en los que el sol mata.

CAP. V: FRAGILES ACORAZADOS

Un mundo muerto yace a escasa profundidad en el Mar del Coral, al nordeste de Australia. Como un cáncer en el Paraíso, el esqueleto blanqueado de millones de pólipos coralinos señala una amenaza invisible para el arrecife.

Por alguna causa aún desconocida los corales enferman, pierden su color y mueren. Y tras ellos desaparece una variedad de vida que no tiene igual en ningún otro ecosistema de la Tierra.

La Gran Barrera de arrecife australiana es la mayor colección individual de arrecifes de coral del mundo. Biológicamente soporta el ecosistema más diverso conocido por el hombre; un laberinto donde más de cuatrocientas especies de corales sostienen la vida de millares de seres de todas las clases y formas imaginables.

Este es un mundo desconcertante donde los reinos vegetal y animal se disfrazan y confunden, donde cada movimiento señala una adaptación sorprendente y donde hasta el peligro y la muerte son de una belleza sobrecogedora.

Toda esta variedad y riqueza biológica depende paradójicamente de los pólipos coralinos, unos sencillos y diminutos seres que unen sus fuerzas en colonias familiares sostenidas por los esqueletos de millones de sus antepasados. Esta es la grandeza y la fragilidad de la Gran Barrera. Porque toda la vida que encierra, todos los animales y plantas que sustenta, se basan en sus más delicadas y vulnerables criaturas.

CAP. VI: EL ESPIRITU DE TOTONKA

Hubo un tiempo en el que las lejanas tierras occidentales de los Estados Unidos eran el hogar de los indios sheepeater y shoshone. Para ellos la tierra que pisaban era sagrada y tenían el deber de preservarla tal y como la habían recibido de sus padres, porque era un legado que debían transmitir intacto a las generaciones futuras. El indio respetaba la Naturaleza y la Naturaleza cuidaba del indio y le ofrecía la carne de su fauna para que subsistiera. Y antes de cada cacería el hombre rogaba a los espíritus de los animales que una vez más les dejaran matar para subsistir.

Estos espíritus habitaban una región misteriosa, donde los cráteres humeantes convivían con algunos de los entornos más bellos que jamás se hubieran visto.

Pero ese tiempo pasó. Del este llegaron tribus de raza blanca que deseaban poseer esa tierra excepcional. Y para ellos la tierra era sólo un medio con el que obtener ganancias. Pronto la fauna pagaría las consecuencias. Cientos de especies fueron cazadas sin control para utilizar su carne, vender sus pieles o simplemente por diversión.

De todas ellas la más afectada fue el bisonte. Sus manadas, que cubrían las extensas praderas americanas, quedaron reducidas a unos pocos cientos de ejemplares. Sólo entonces se protegió, pero para lograrlo se decidió exterminar a sus predadores naturales. El hombre blanco había cambiado un error por otro y la oscuridad se cernió sobre Yellowstone. Ahora, para salvar esta tierra, el hombre tendría que volver al viejo espíritu de vida que imperaba en ella antes de su llegada. El espíritu de totonka.

CAP. VII: LAGRIMAS DE COCODRILO

Para el pueblo Gagudju, los aborígenes de Australia, el cocodrilo marino es un ser creador, un espíritu de vida capaz de exigir la muerte como tributo. Es parte de su cultura y han aprendido a comprender su papel en el ciclo de la vida de un continente en permanente lucha contra el desierto.

Pero para los hombres blancos, que llegaron miles de años después, el cocodrilo marino era un monstruo, un devorador de hombres. En consecuencia el reptil más grande del mundo avanzó rápidamente hacia su total desaparición.

Esta es su historia; la lucha por evitar la extinción de una especie extraordinaria capaz de matarnos; la difícil tarea de revindicar el derecho a la vida de un dragón que no vacilaría en engullir a nuestros hijos; la aventura de un poderoso monstruo y una maravilla zoológica: el cocodrilo marino.

CAP.VIII: EL CUSTODIO DE LOS CANÍBALES

A pesar de que los Llanos venezolanos ocupan un tercio del país, son todavía tierras olvidadas, desconocidas para la inmensa mayoría. Un mundo de extrema dureza pero que, paradójicamente, rebosa de vida.

Una estación seca y una época de lluvias marcan el ritmo de los Llanos convirtiéndolos en un lugar de contrastes: sequía e inundación; paisajes yermos y lugares donde el agua permanece todo el año dando lugar a pequeñas manchas de selva que encierran una síntesis de la fauna amazónica.

Pocos lugares pueden resultar tan sorprendentes; tan pobres en apariencia y, sin embargo, tan ricos y diversos desde el punto de vista ecológico.

Este extraño paraíso cuenta también con sus demonios. La ignorancia y la pobreza pesan en la balanza de la conservación. En el otro extremo, un grupo de científicos y naturalistas están apostando por un conservacionismo que aporte beneficios a los locales. Son la última esperanza para muchas de las especies de los Llanos venezolanos.

CAP. IX: BALAS DE MARFIL

De todas las especies amenazadas del mundo ninguna tiene una historia tan compleja y difícil como el elefante.

Estos gigantes pacíficos parecen un anacronismo en un mundo donde el hombre ha acaparado todos los espacios aprovechables. Cuando ellos aparecieron en la tierra a nuestros antepasados aún les quedaban tres millones de años para erguirse y comenzar la andadura de la humanidad. Y, sin embargo, ahora les acusamos de modificar y destruir nuestro entorno. Son inteligentes y sociables, poderosos y pacíficos, pero sus requerimientos de espacio y alimento se enfrentan a un hombre en imparable expansión que parece necesitar todo el suelo disponible para sus casas y cultivos.

Hombre y elefante interpretan esta historia de final incierto. Inteligencia ancestral e inteligencia agresiva; el enfrentamiento de las dos especies más poderosas de la tierra donde el recién llegado codicia las posesiones del gigante: su tierra, sus colmillos, su vida. Incluso cuando hemos reaccionado para alejarles del borde de la extinción al que les habíamos llevado nos hemos visto obligados a prácticas atroces.

Y el destino de los elefantes sigue desdibujándose en el horizonte. Hoy sabemos más sobre ellos y una nueva mentalidad está prendiendo entre las gentes y los gobiernos para hacer realidad el sueño de que hombres y elefantes podamos convivir en paz compartiendo una tierra que es de todos.

CAP. X: UNA VIDA PARA UN FANTASMA

A cuatrocientos kilómetros de la costa del sudeste de Africa navega en solitario una isla distinta. Los primeros navegantes, impresionados por sus selvas, las creyeron una tierra de espíritus siniestros cuyas voces lúgubres llamaban hacia una espesura de la que no se volvía jamás. En realidad esta isla de fantasmas es un laboratorio viviente, un testigo aislado de un mundo que desapareció hace millones de años.

Madagascar ha vivido una historia independiente del resto del mundo. Aquí los animales y las plantas han seguido su propio rumbo evolutivo. Y el resultado ha sido un lugar de patrones propios; un paraíso frágil donde viven cerca de doscientas mil especies distintas de seres vivos, de las cuales más de ciento cincuenta mil no se pueden encontrar en ninguna otra parte de la Tierra. Hábitats extraordinarios que esconden criaturas fascinantes, únicas, extravagantes; éste es el legado desconocido del mundo Triásico, donde cada especie es un endemismo y cada animal una apuesta independiente en el largo camino de la evolución.

Hace 65 millones de años algunos de nuestros primeros ancestros emprendieron una travesía en solitario a bordo de Madagascar. En el continente se diversificaron en brutal competencia, pero aquí, en la isla independiente, sin competidores ni apremios, dieron lugar a unas criaturas únicas y fabulosas. Cuando los hombres llegaron a Madagascar y vieron estos extraños animales los llamaron lémures, palabra que para los romanos representaba el alma de los muertos. Y estas criaturas pacíficas tuvieron que enfrentarse con un ser surgido del mundo continental que despobló sus selvas, quemó sus pastos y los cazó despiadadamente. Hoy los lémures están seriamente amenazados. Y en una carrera contrarreloj la comunidad internacional está intentando encontrar las vías para asegurar el futuro de estas ánimas del bosque malgache.

CAP. XI: NOMADAS DEL NORTE

Hay un mundo de hielo en los confines de América continental. Durante ocho meses al año el frío, la oscuridad y el viento se apoderan de la tierra. Nada se mueve excepto el silencio; nada parece vivir en este mundo blanco y helado hasta que a mediados de abril, tras el equinoccio de primavera, el sol empieza a ganar tímidamente la batalla.

Las condiciones climáticas convierten a Alaska en una prueba de supervivencia. La vida dormita durante el invierno, latente pero invisible bajo el yugo de un frío polar. Pero al llegar el calor el desierto blanco se transforma y Alaska se convierte en un santuario para la vida salvaje.

Los rigores del clima empujan a la naturaleza desbordante de Alaska a moverse cíclicamente en busca de los recursos que ofrecen los meses de calor. El movimiento de cada especie animal mueve al resto de las especies en un mecanismo complejo y ajustado de supervivencia; un engranaje maravilloso, pero terriblemente frágil que se mantiene, paradójicamente, gracias a los rigores del clima.

Porque Alaska flota literalmente sobre grandes yacimientos petrolíferos. Y sólo el frío ha frenado hasta ahora la explotación intensiva de este delicado mundo de los Nómadas del Norte.

CAP. XII: ALNITAK: UN BARCO PARA NEPTUNO

El Mediterráneo es un mar de singularidades. Su aislamiento, sus variados fondos marinos, la increíble biodiversidad que encierran sus aguas y su historia con las civilizaciones clásicas lo hacen uno de los mares más interesantes; pero también lo han convertido en uno de los mares más frágiles y amenazados del mundo.

Los cetáceos mediterráneos, como cúspide de la pirámide trófica del mar son un indicador biológico de la salud y el estado del medio marino en el que viven. Además, la admiración y simpatía que despiertan les hacen vínculos idóneos para llevar el mensaje de ayuda que necesitan estas aguas.

Hoy una organización española no gubernamental está utilizando este vínculo histórico entre el hombre y los cetáceos para llamar la atención mundial sobre los problemas del Mediterráneo. Sus estudios científicos, coordinados con proyectos internacionales de conservación, buscan la creación de áreas marinas protegidas donde se garantice la biodiversidad de este mar amenazado. Un barco antiguo y un voluntariado internacional completan este ejército de Neptuno. Ellos son Alnitak y ésta es su historia.

CAP. XIII: SEXO, MENTIRAS Y HUESOS DE TIGRE

La India es un lugar cuya historia y cultura han centrado tanto la atención del resto del mundo que pocos se han fijado en su naturaleza. Y, sin embargo, ningún país asiático cuenta con el número de especies y la variedad de ecosistemas que encierra este país de parámetros continentales.

Esta es una India diferente a la habitual; una India salvaje.

Los dioses del hinduismo y budismo se reencarnaron en sus animales y los bosques se convirtieron en templos vivos. En ningún otro país se creó una relación tan directa entre las religiones y la naturaleza, entre el hombre y los seres vivos que le rodeaban. Muchos animales se hicieron sagrados. La selva era entonces una gran madre que soportaba la vida y, con ella, al hombre. Y hasta los animales peligrosos eran objeto de admiración y reverencia. Pero el tiempo iba a cambiar las cosas.

Una superpoblación sin freno ha hecho olvidar a los habitantes de la India su herencia y vinculación con la naturaleza. La India salvaje desaparece y con ella el más emblemático y fascinante de sus miembros: el tigre. Ningún otro animal ha tenido tanto protagonismo en la historia del hombre en este país, y ningún otro animal ha atraído tanto su admiración. Hoy los tigres desaparecen como ejemplo de lo que le está sucediendo a esta India salvaje. Y los poderes de fuerza, astucia y belleza que antaño despertaran la reverencia entre las gentes de Asia se han convertido en la espada de Damocles del más hermoso felino de la Tierra.

Versiones

Español, Inglés

Género

Naturaleza

Duración

13 x 52

Tipo

Serie

Formato

SD

Producción

Explora Films / New Atlantis